domingo, 2 de marzo de 2008

¿Cómo se venezolanizó Jalogüin?

Ángel Márquez


CÓMO EMPEZÓ HALLOWEEN
Hace alguno miles de años, l@s Celtas estaban en lo que ahora conocemos como la Gran Bretaña y Francia, y celebraban el año nuevo el 1 de noviembre, o sea que empezaban con el asunto desde el 31 de octubre en la noche. Pero, cosa incomprensible, ¡no se emborrachaban! como es ahora costumbre, sino que lo tomaban con mucha seriedad y sus sacerdotes dedicaban la noche a Samhain, el caballero de la muerte. Grandes fogatas se encendían; caballos y, algunas veces, hasta humanos eran sacrificados para ahuyentar a las brujas y a los espíritus malignos, pues resulta que en la costumbre Celta los muertos volvían en la noche de Samhain a pedir alimentos a l@s asustad@s pueblerin@s, a quienes maldecían y hacían víctimas de sus conjuros si no accedían a sus peticiones (o me das o te hago una travesura, que es la traducción de "Trick or Treat").

LLEGAN L@S ROMAN@S
Desde Italia, tomando los dominios Celtas, llegaron l@s Roman@s, pueblo poco intelectual pero muy pachanguero que ya tenía ocupado los últimos días de octubre y principios de noviembre con festividades que llamaban "Las Fiestas de Pomona", dedicadas a la diosa de los árboles frutales (era algo así como la vendimia o celebración de la cosecha). L@s Roman@s no podían permitir que el pueblo "bárbaro" de l@s Celtas ignorara estas fiestas, por lo que se les ocurrió adaptar la costumbre de l@s dominad@s a las suyas, confundirl@s y luego decir que ya ell@s las tenían desde antes.
¡Se mezclaron frutas con brujas y malos espíritus!

LA IGLESIA PONE ORDEN
Cuando Antes de Cristo (A.C.) se convirtió en Después de Cristo (D.C.) y el catolicismo se propagó, los sacerdotes vieron con desagrado que todavía quedaban algun@s testarud@s que adoraban a Samhain o a Pomona (o a ambos) y eso no era correcto (para l@s católic@s, por supuesto). Pero, si se ponían intransigentes, perdían clientes (perdón..., devot@s).
Tenían que buscar una manera inteligente de darle gusto a tod@s y así fue como se les ocurrió convertir la festividad en católica. Ya de por sí traían un problemón con el calendario que les había sido insuficiente para darle un día a todos los santos; entonces, qué mejor que dedicarle un solo día a todos los santos menores (en categoría me supongo). Así pues, se instituye el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, que en Inglaterra (donde existía el problema) se denominó (traduciendo literalmente) como "All Hallow Day", y a la noche anterior se le llamó "All Hallow Even".
Con las ya conocidas contracciones, tan acostumbradas en el Inglés, esto pasó a ser "All Hallow E'en" y, finalmente, "Halloween".

SE ACLARAN DETALLES
Por los tiempos de la Edad Media, algunos bandoleros se aprovechaban de estas creencias y, después de cometer sus fechorías, iban con el chisme de que los espíritus eran los culpables (quienes, por supuesto, nunca estaban presentes para desmentirlos). Estos truhanes se disfrazaban para parecer diablos y espantos y hacer más creíble su cuento. ¡De aquí la costumbre de los disfraces!
Algunos años después esta festividad llega a los Estados Unidos, traída desde Inglaterra por los pioner@s (si l@s indígenas ya estaban allí, ¿quiénes son l@s pioner@s?; preferiría llamarlos GENOCIDAS y así aclaramos términos), y es impuesta y aceptada como una tradición, integrando todos los detalles antes mencionados. Era una fiesta católica de pequeños grupos de fieles, que se popularizó enormemente con la llegada de l@s irlandes@s alrededor de 1840. Fueron ell@s quienes le añadieron la "Jack-o-lantern" (tenían una leyenda de un Jack –Juan- a quien le prohibieron la entrada al Cielo y también al Infierno –nadie lo aguantaba-; por ello, se paseaba con una linterna, que era un repollo hueco con un carbón ardiente adentro, ¡dado el mismísimo Diablo!, buscando la manera de ingresar a alguno de los dos clubes).
L@s gring@s fueron más práctic@s y, en vez de repollo, usaron una calabaza, mucho más fácil de ahuecar. La fiesta, sin embargo, no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La internacionalización de Halloween se produjo en los años 80 gracias a las series de televisión (no es raro que el imperialismo haya utilizado su aparato ideológico predilecto para trascender su cultura). Éxitos de la pequeña pantalla comenzaron a dedicar un capítulo cada año a Halloween, hasta convertir la calabaza sonriente en una imagen tan conocida como la Coca-Cola. Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidenense y canadiense.
Bueno y, ¿por qué las brujas montan en escobas y vuelan?
Esta imagen fue inventada en Salem, un pueblo puritano de EEUU donde se hizo una gran cacería de brujas y donde a alguien se le ocurrió que se escapaban montadas en sus escobas mágicas. Todavía, el logo oficial del pueblo (ahora con propósitos turísticos) es la bruja montada en la escoba. Y con esos mismos propósitos turísticos, esta fecha es ahora promovida por todos l@s comerciantes del mundo, perdiendo lo espantoso para transformarse en un chiste horripilante. Es por eso que ahora vamos al mercado y compramos el Halloween kit, con disfraz, dulces e instrucciones para la fiesta. ¡Eso es lo que yo llamo una tradición empaquetada!


CÓMO SE INSTITUCIONALIZA
HALLOWEEN EN VENEZUELA
Hace mucho tiempo atrás (antes de los consagrados 80’s, y por supuesto, antes del Miss Venezuela), en nuestro país florecía aun aquella vieja (y no por eso dejaría de ser buena) época donde las costumbres y las tradiciones eran mantenidas y respetadas por cada persona, recayendo la responsabilidad de transmitir a l@s más adult@s y de reproducir a l@s más jóvenes (lo que conocemos como un proceso DE GENERACION EN GENERACION).

Este proceso se vio interrumpido desde principios de la década de los 80’s por una corriente filosófica emanada de las grandes universidades de EEUU y Europa (principalmente en Francia) y que hoy ha servido como herramienta para mantener la instauración del sistema capitalista. Se trata del postmodernismo, cuyo pilar fundamental es la teoría del “Fin de la Historia” o “Fin de las Ideologías”, de olvidar “lo viejo” e imponer “lo nuevo”, desconociendo el pasado y banalizando cualquier corriente del pensamiento que surja como alternativa para la solución de los problemas de la sociedad desde una óptica crítica.

Con la caída del muro de Berlín y la desintegración del bloque soviético, se radicalizó esta metodología y comenzó el bombardeo de imágenes, sonidos y costumbres a través de distintos aparatos ideológicos (la escuela, la iglesia, la universidad y, muy especialmente, los grandes medios de comunicación), para difundir el mensaje del imperio más descarado, peligroso y destructor que se haya visto en cualquier sociedad de este planeta: ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. Es entonces cuando pisa tierra venezolana la Coca-Cola, la PEPSI, McDonalds, el POP, los grandes autos de lujo, la vida de ricos y famosos, HOLLYWOOD y, por supuesto, Halloween. Esas tradiciones y costumbres originales de la cultura de Venezuela, que tanto orgullo nos dieron (algunas todavía nos siguen dando orgullo), quedaron relegadas a viejos libros de escuela que much@s hoy (l@s más viej@s sobre todo) recordamos con nostalgia. Nuestra cultura le dio paso a la cultura de otro, fenómeno que se conoce con el nombre de TRANSCULTURIZACIÓN.


A MANERA DE CONCLUSIÓN
Podemos sacar de esta lectura varias conclusiones. Debemos entender que Halloween es una tradición cultural de otro pueblo, por lo cual debe ser respetada y admirada como cualquier otra tradición cultural de cualquier otro pueblo de este planeta. Pero así como “todos” los pueblos debemos respetar la cultura de los demás, un pueblo en particular, partiendo del hecho de ser el “imperio de turno”, no puede darse el lujo de imponer “su” cultura y “sus” tradiciones. Si revisamos los hechos históricos, es una cadena repetitiva de “imperios que imponen” y “pueblos que se dejan”: l@s Celtas tenían su cultura hasta que llegaron l@s Roman@s y la modificaron para imponer la suya. A esa fusión se incorporó el Estado eclesiástico y la modificó a su conveniencia. Se mantiene esa cultura en Europa hasta que invaden l@s pioner@s (l@s genocidas) y, como representan al “imperio de turno”, imponen sus costumbres a l@s indígenas hasta desplazarl@s (desde todo punto de vista). No conformes con ello, ahora lo imponen a todo el mundo.

Con todos estos elementos de base, es posible entender como es que un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, actualmente celebren en todos los países de Latinoamérica –y muy particularmente en Venezuela- el Halloween, sin tener ni la más mínima idea de lo que hacen. Una minoría lo practica por una cuestión de estatus derivada de la gran clase dominante y aburguesada de nuestro país (estatus que han obtenido gracias al robo sistemático y a la permanente explotación de la clase trabajadora y no de su trabajo y esfuerzo, como nos hacen creer l@s ric@s). Otr@s porque son manipulad@s por nuestros grandes medios de comunicación, que defienden los intereses de las clases explotadoras (a est@s jóvenes que se hacen llamar “clase media”, preferiría llamarlos “ALIENAD@S”: no tienen conciencia de lo que hacen y dicen, por lo que son utilizados como objetos o herramientas en defensa de intereses particulares y extraños a ellos).

Afortunadamente en la mayoría del pueblo (ese que siempre ha sido oprimido), aún se mantienen “nuestras” tradiciones. L@s jóvenes del pueblo prefieren esperar las fiestas del carnaval para disfrazarse. Es por eso que por más que el nuevo imperio pretenda imponer su famosa “noche de brujas”, siempre chocara con la raíz histórica del pueblo venezolano. Sería muy bueno preguntarnos si en EEUU algún día permitirán que se celebre la paradura del niño o el baile de San Juan. Si tanto defienden la “diversidad cultural”, deberían aceptar la cultura de otros pueblos, ¿o no?

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